martes, 2 de julio de 2013

Una Alternativa más pragmática que romántica. Serie: Desafíos Actuales de los Derechos Humanos Ambientales 4/4

Evidentemente los retos en materia ambiental son más sociales que adjudicables al comportamiento imprevisto de la naturaleza en los últimos años. Son los seres humanos quienes no se han puesto de acuerdo en cómo tratar al medio ambiente, quizás lo más difícil que existe sobre la Tierra es hacer que los hombres se entiendan. El desarrollo no sostenible, el uso indiscriminado de los recursos ambientales, la deficiente educación ecológica, la improvisación, el incumplimiento de la planificación y la ineficiente gestión ambiental hacen de los Derechos Humanos Ambientales en Venezuela un tema vulnerable, son los habitantes y las generaciones futuras los principales afectados.

Los derechos ambientales son precisamente para garantizar la calidad de vida y la dignidad del ser humano, sin bien son difusos porque son sociales o colectivos nos afecta particularmente de forma directa. El bien tutelado es la naturaleza y sus (ya no tan) infinitos recursos;  el titular del derecho es la persona humana (nosotros), no obstante somos los humanos precisamente quienes violamos constantemente nuestra propia norma en detrimento de nuestro bienestar.

Por ello tan importante es la educación ambiental y ecológica sobre aspectos tan básicos como el reciclaje, la correcta colocación de la basura, el uso prudente de los vehículos, sembrar, no talar, entre tantos otros.

Los Derechos Humanos Ambientales son progresivos, pueden cambiar para garantizarse su efectividad. No solo las normas y los tribunales son los encargados de hacer valer el espíritu y fuerza de la legislación, el derecho natural a preservar el bien más preciado de la humanidad después de la vida y la libertad trasciende la norma escrita. La sociedad civil (grupo de personas que ejercen acciones sociales), la empresa y los particulares tienen su cuota-parte de responsabilidad, por ello poseen el deber y el derecho de actuar para mantener el equilibrio ambiental.

El gran reto del derecho humano en esta  materia es hacerse efectivo, la tarea no debe convertirse en una entelequia. Las políticas públicas en materia de gestión ambiental y la planificación ambiental deben indiscutiblemente tomar en cuenta la empresa privada, principalmente las industrias contaminantes (generadoras de externalidades negativas) con el fin de establecer trabajos de cooperación, conjuntamente con las comunidades y sus distintas formas de organización.

La economía es el pilar del estilo de vida, no es cuestión de destrozar el sistema productivo sino hacerlo ecológicamente más eficiente. Mientras existan políticas (o ausencia de estas) desacertadas, anacrónicas, obsoletas, ineficientes o simplemente de papel, habrá vulnerabilidad de los Derechos Humanos en materia ambiental. Cuando el Estado de respuesta efectiva, diligente y oportuna sobre los problemas ambientales planteados los retos serán otros. En la actualidad en Venezuela los derechos ambientales a pesar de estar reconocidos por la norma estatutaria (o escrita) estos se encuentran en transgredidos constantemente.

Por: Abg. Marcel López. 

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